Utopías ilustradas, es el título de la exposición, de la pintora Luján Grassí, nacida en Buenos Aires, pero afincada en Vigo desde hace más de veinte años.

Se presentan 30 pinturas de pequeño formato, donde la figura se descubre en un paisaje vegetal exuberante.

A cierta distancia este paisaje se nos muestra familiar y real, pero a medida que nos acercamos descubrimos pequeños jardines oníricos, con formas inventadas que invitan a entrar y a ser disfrutadas. Las figuras representadas, ajenas al espectador, viven en un mundo que la artista imagina más amigable que el que nos ha tocado vivir, donde conviven personas y animales en un lugar que se nos antoja verde y primigenio, un mundo que pudo ser y no es; un mundo verde, distante de los tonos grises que cada día imperan en el nuestro.

En una ocasión, Luján me describía la belleza de los bosques del norte de Argentina. No leí en sus palabras la añoranza de volver, pero sí el temor a que ya no estén como los recordaba. Y es que las figuras de Luján tienen un aire decimonónico, que nos traslada a un pasado donde la naturaleza predominaba y en el que tan sólo empezaban a asomar unas pocas chimeneas revolucionarias.

La obra de Luján hace un hueco a una naturaleza que debería permanecer, como el arte, cuidada, mimada y contemplada.